RP: La Estación del Desamor
(Offline Messages - Yahoo Messenger)
Diablo : hola
Diablo : sabes hay algo q creo q debes de saber
Diablo : creo
Diablo : aunque conociendote me diras q no te interesara
Diablo : pero no se
Diablo : sabes q estas ultimas semanas he estado yendo a la canchita, al pub, y demas cosas, pues he confratenizado mucho con las chicas, increiblemente
Diablo : y hay una con la que me he llegado a encariñar mucho (a pesar del poco tiempo)
Diablo : y bueno, desde ayer lunes, estuvimos conversando y bueno, decidimos el intentar una relacion
Diablo : crei mejor el decirtelo en persona, pero no se cuando es
que te vere
Diablo : y antes de q te enteraras por otras personas pues te lo digo yo
Diablo : en la forma incorrecta, mas q nada por el medio incorrecto
Diablo : las cosas se dieron y bueno lo intentare, salga bien o mal lo intentare
Diablo : dime algo .....
Diablo : creo q lo conversamos sobre q pasaria si se presentara esto no?
Diablo : y pues no se
Diablo : total como tu me dijiste una vez en el bar q lo q estabamos haciendo tu y yo lo denominaste un agarre
Diablo : crei necesario el decirtelo, y pues patas como siempre no?
Diablo : no?
30 de Agosto, feriado. Y como tal, me encontraba en casa. Día tranquilo: descansaba, jugueteaba con mi PC, escuchaba música. Eran las 5:32 de la tarde y un msj de texto llegó al celular: Hola, podrás conectarte un touch al msn. Slds, Milagros. Vaya, primera vez que alguien (que no fuera DobleX) me solicitaba eso. De inmediato bajé y acudí a la cabina a darle el encuentro: Me conecté. Mientras conversábamos por MSN y simplemente por ojear, abrí el Yahoo Messenger y me encontré con lo inimaginable.
Incrédula, volví a leerlo todo. Lloré. Sin saber que decirle abandoné la conversa virtual. Milagros anduvo buscándome entre el MSN y el Yahoo para que le diga el por qué había dejado de escribirle. Rato después decidí contestar: "Disculpa, estaba viendo mi correo. Siempre me distraigo con él." Minutos después me despedí como si nada y simplemente, no dije nada más.
De regreso a casa recordé que meses atrás, DobleX me preguntaba: ¿Qué pasaría si un día, el "Diablo" te dice que ha conocido a alguien que le interesa mucho y que ya no desea seguir frecuentándote? Lo pensé un momento. Le dije que si era alguien que estuviera a su nivel y valiera la pena no tendría inconveniente. (Aunque muy dentro de mi estaba segura de que eso NO ocurriría. Al menos, por un largo tiempo)
Entré a mi cuarto y recordar lo leído me llevó al llanto. Lloré... Lloré y lloré. Un dolor terrible, la angustia en su máximo esplendor. Dolor de corazón, era el dolor del desamor.
Esta historia se originó un sábado de aquellos que salímos a buscar tragos. Al día siguiente, la conciencia, me cobraba el costo de tal osadía. Era increíble, sí!, lo era. "Nunca me aceptó como pareja y después de tantos años, me ocurre esto". -¿Por qué ahora?- me decía, -¿por qué?- Pasaron varios días para que pudiéramos volver a vernos y conversarlo como era debido. Lo ocurrido (en sus propias palabras) surgió debido a una necesidad suya de "humedecerse los labios". -"La canchita estaba salada"- decía. Sí claro, la cancha. Ante tan frívola afirmación, debí asumir aquello como parte del "anecdotario". Dejamos de hablar sobre este asunto y seguimos conversando como siempre. A poco de irnos y casi de pronto, el ambiente se encendió. Cruzamos miradas, intercambiamos palabras y con esto quedaba todo claro: Sabíamos lo que queríamos hacer. Buscamos refugio para nuestro juego: cedí a la tentación. Seguimos saliendo pero con el propósito de no volver a caer en lo mismo: El deseo era recíproco con cada encuentro éste aumentó. Pasaron los meses y el sentimiento emergió. El "Diablo" ni mucho antes ni menos ahora, me había sido del todo indiferente. Con cada cosa que ocurría, la culpa me cobraba el precio del placer prohibido; y de mi reputación sólo quedaban cenizas. Era infiel y para mí eso era lo que debía ser. Si ése era el precio de mi pecado pues no me importaba tener que pagarlo: Después de tantos años, había logrado alcanzar al "Diablo". Era feliz.
Pasaron los días y su recuerdo era como un flash back que nunca se iba. Lloraba. No sólo de pena, sino también de ira. Recurrí a DobleX. Ella conocía muy bien la historia así que también podía darme consuelo. Estuvo al pendiente de mi proceso, me ayudó a lidiar con esto. Me sugirió plantear un encuentro y éste se dió justo al día siguiente de cumplido el mes. Salimos, hablamos, hablé. No pude decirlo todo. El dolor aún quebrantaba mi voz. Volvió a repetirme que una situación así ya había sido planteada. Sí, era cierto. Sólo que yo nunca me preparé para eso.
A veces, en cada encuentro previo a la consumación del deseo; salía a relucir ese tema de "lo nuestro". En un comienzo ni ella ni yo encontrábamos nombre para tal acción. Pero un día ante su pregunta, le adjudiqué a lo nuesto lo que era en realidad: "un agarre". Ví su desconcierto y quise explicarselo; no me escuchó. Fuera de esto todo iba bien, muy bien. A ella le gustaba estar conmigo, a mi me gustaba estar con ella. Andabamos mejor que nunca, bueno, al menos así yo lo creía. Pasó otro mes y a todo esto, me ví obligada a sacarle algo bueno. Había adquirido una nueva experiencia (tal vez no de la manera correcta), pero finalmente eso era. Hoy 30 de noviembre se cumplen 3 meses desde que mi vida cambió. Hoy que he visto al Sol sé que lo ocurrido, me fortaleció. Hoy quiero decirte a ti Milagros, que dejaste de ser el centro de mi vida. Hoy me siento libre de tu recuerdo, y por eso: "Ya no me verás llorar más. Ya no volveré a hablarle más al mundo sobre ti." Si todo esto tuvo que ocurrir para desterrar tu sombra de mi ser, créeme que al fin logré mi objetivo. Que así sea.
Siempre cuestioné que un beso era producto de algo más que un simple impulso; esa era mi verdad. La suya, la de satisfacer una necesidad trivial. Jamás alteró su versión.
Alguna vez me habían hablado del dolor que se siente cuando los sentimientos se entremezclan. De no saber a ciencia cierta a quien elegir y a quien descartar. Eso me pasó a mi: me enamoré de mi amante, teniendo pareja. Poco a poco revertí esta situación y llegué a una conclusión: el placer, es efímero. No siempre se puede tener todo en esta vida.
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