Todo tiene su final
Msj. de TxT: 24/10/07 - 10:16 am)
"Hola bb! No te llamo a casa pues sé que no estas. ¿Cómo te va? Ya comenzaron mis clases del segundo ciclo en el instituto y también empecé con un régimen para bajar de peso 3 kilos por mes. Te amo mucho, mua."
Hace ya más de un par de meses atrás que decidí alejarme de Mirtha definitivamente. No más llamadas, no más visitas. No más intentos de acercamiento ni de besos a sorpresa. El tiempo, más bien diría yo, el tomar la firme decisión de evitar todo tipo de contacto con ella fue lo que me ayudó a poder manejar la ruptura de una relación que por todos los flancos traté de rescatar en su debido momento. Y es que llevar una relación de casi 4 años no fue nada sencillo. Pues a pesar de todas las diferencias entre ambas (que por cierto eran muchas), siempre traté de manejar la situación de una manera certera, racional y práctica. Es cierto que muchas veces pude lograr mi objetivo, pero hubieron otras en las que el arrebato propio de alguien de mentalidad inmadura como era ella, provocaban muchas veces el querer mandarlo todo al infierno.
Y es que tuve que volverme una persona de mente "muy abierta" para poder tolerar incongruencias sustanciales de su parte. Por mencionar algo, casi al cumplir el año, tuve que hacer el borrón y cuenta nueva para echar al olvido el traspié que cometió uno de esos días de malos entendidos. Varios días después de acontecida dicha situación, de su propia boca escuché decir: "Recuerdas que al día siguiente de la fiesta, te llamé y expliqué que todo había transcurrido tranquilo a pesar de que yo había preferido irme a la fiesta porque estaba molesta contigo. Pues algo ocurrió esa noche que no te conté, y es que entre trago y trago y en una de esas veces que me fui al baño, Silvia me siguió y entró tras mío. Yo traté de evitar el que se me acercara pero inevitablemente algo pasó. Desde ese día tengo la cabeza revuelta y los sentimientos también. Yo a ella la veía como una amiga pero desde día no sé. Y es por eso que en días pasados salí con ella para arreglar la situación, pero no sé como hacerlo porque ella me gusta más de lo que imaginé. Y cada día que la ví, los deseos de llegar a algo más con ella no me dejaban en paz. Si te cuento esto es porque ya no sé que hacer y quiero que me ayudes y me digas que hacer para no lastimarte con esto. Aceptaré la decisión que tomes después de haberme escuchado".
Y algo similar ocurrido dos años después del evento anterior, mientras que íbamos caminando y conversando y de pronto me dijera: "Sabes, tengo algo que decirte pero sé que no te va a gustar. Te acuerdas que hace tiempo te conté que había alguien que me gustaba pero que ya había solucionado ese asunto. Pues ultimamente que la he vuelto a ver me he dado cuenta que Lili aún me interesa. Y no es que te quiera hacer daño, sino que es algo que no puedo evitar porque las quiero a las dos. Si me dieran a elegir con quien me quedaría no podría hacerlo pues a ambas las necesito conmigo".
A pesar de todo lo anterior, tragué el orgullo, enjugué la ira, doblegué mis demonios y me volví la persona más tolerante, comprensible y paciente del mundo; pensando siempre que todo en esta vida tiene un proceso y una solución. Transportando hacia el futuro lo que debía ser un proyecto a largo plazo y salvando los baches que se presentaban en el camino. Pero llega el momento, porque siempre llega el momento, en que la paciencia se agota y yo ya no estaba dispuesta a tolerar más tonterias. Así hubieran transcurrido casi 4 años de conocernos y la inversión de esfuerzo, tiempo y dinero me lo sacaran encara. La pena a veces me traicionaba y me devolvía a las garras del sentimentalismo. Para evitarlo, que mejor que abrirme ante mis amigos (que aunque tengo pocos) son mi mejor medicina para estos casos.
Lo hice de a pocos pues, a nadie (a excepción de mi mano derecha, Dx!) le había hablado al respecto. Pues para tod@s la situación transcurría de lo más normal, pero cuando tuve que irles diciendo uno a uno lo que pasó, pues cada uno me puso el hombro y aportó su granito de arena; lo que fue consolidando mi decisión final de terminar definitivamente con todo vínculo existente entre ambas.
Hasta estos días, algunas amistades cercanas que he vuelto a ver después de muchos meses de alejamiento del entorno social, me preguntan sobre que pasaría si Mirtha un día no muy lejano me pide el volver a retomar la relación: "El tiempo pasa", les digo. "Hace más de medio año yo sí estaba muy preocupada porque las cosas llegaran a arreglarse. Actualmente no me interesa que esa situación se presente, y si se presentase difícilmente aceptaría, salvo que ella venga con propuestas sensatas bajo el brazo y/o ella acepte mis condiciones al respecto; las cuales en estos momentos, no son nada santas ni recomendables".
Mientras tanto, como me recalca siempre mi amiga Dx!, yo estoy libre ahora y si algo aparece en el camino soy libre de hacer lo que mejor me parezca. Y por el momento, lo único que me interesa es que algún día Milagros esté libre al fin y así poder retomar aquello que, para mi, quedó inconcluso entre ambas el invierno del 2005.
"Hola bb! No te llamo a casa pues sé que no estas. ¿Cómo te va? Ya comenzaron mis clases del segundo ciclo en el instituto y también empecé con un régimen para bajar de peso 3 kilos por mes. Te amo mucho, mua."
Hace ya más de un par de meses atrás que decidí alejarme de Mirtha definitivamente. No más llamadas, no más visitas. No más intentos de acercamiento ni de besos a sorpresa. El tiempo, más bien diría yo, el tomar la firme decisión de evitar todo tipo de contacto con ella fue lo que me ayudó a poder manejar la ruptura de una relación que por todos los flancos traté de rescatar en su debido momento. Y es que llevar una relación de casi 4 años no fue nada sencillo. Pues a pesar de todas las diferencias entre ambas (que por cierto eran muchas), siempre traté de manejar la situación de una manera certera, racional y práctica. Es cierto que muchas veces pude lograr mi objetivo, pero hubieron otras en las que el arrebato propio de alguien de mentalidad inmadura como era ella, provocaban muchas veces el querer mandarlo todo al infierno.
Y es que tuve que volverme una persona de mente "muy abierta" para poder tolerar incongruencias sustanciales de su parte. Por mencionar algo, casi al cumplir el año, tuve que hacer el borrón y cuenta nueva para echar al olvido el traspié que cometió uno de esos días de malos entendidos. Varios días después de acontecida dicha situación, de su propia boca escuché decir: "Recuerdas que al día siguiente de la fiesta, te llamé y expliqué que todo había transcurrido tranquilo a pesar de que yo había preferido irme a la fiesta porque estaba molesta contigo. Pues algo ocurrió esa noche que no te conté, y es que entre trago y trago y en una de esas veces que me fui al baño, Silvia me siguió y entró tras mío. Yo traté de evitar el que se me acercara pero inevitablemente algo pasó. Desde ese día tengo la cabeza revuelta y los sentimientos también. Yo a ella la veía como una amiga pero desde día no sé. Y es por eso que en días pasados salí con ella para arreglar la situación, pero no sé como hacerlo porque ella me gusta más de lo que imaginé. Y cada día que la ví, los deseos de llegar a algo más con ella no me dejaban en paz. Si te cuento esto es porque ya no sé que hacer y quiero que me ayudes y me digas que hacer para no lastimarte con esto. Aceptaré la decisión que tomes después de haberme escuchado".
Y algo similar ocurrido dos años después del evento anterior, mientras que íbamos caminando y conversando y de pronto me dijera: "Sabes, tengo algo que decirte pero sé que no te va a gustar. Te acuerdas que hace tiempo te conté que había alguien que me gustaba pero que ya había solucionado ese asunto. Pues ultimamente que la he vuelto a ver me he dado cuenta que Lili aún me interesa. Y no es que te quiera hacer daño, sino que es algo que no puedo evitar porque las quiero a las dos. Si me dieran a elegir con quien me quedaría no podría hacerlo pues a ambas las necesito conmigo".
A pesar de todo lo anterior, tragué el orgullo, enjugué la ira, doblegué mis demonios y me volví la persona más tolerante, comprensible y paciente del mundo; pensando siempre que todo en esta vida tiene un proceso y una solución. Transportando hacia el futuro lo que debía ser un proyecto a largo plazo y salvando los baches que se presentaban en el camino. Pero llega el momento, porque siempre llega el momento, en que la paciencia se agota y yo ya no estaba dispuesta a tolerar más tonterias. Así hubieran transcurrido casi 4 años de conocernos y la inversión de esfuerzo, tiempo y dinero me lo sacaran encara. La pena a veces me traicionaba y me devolvía a las garras del sentimentalismo. Para evitarlo, que mejor que abrirme ante mis amigos (que aunque tengo pocos) son mi mejor medicina para estos casos.
Lo hice de a pocos pues, a nadie (a excepción de mi mano derecha, Dx!) le había hablado al respecto. Pues para tod@s la situación transcurría de lo más normal, pero cuando tuve que irles diciendo uno a uno lo que pasó, pues cada uno me puso el hombro y aportó su granito de arena; lo que fue consolidando mi decisión final de terminar definitivamente con todo vínculo existente entre ambas.
Hasta estos días, algunas amistades cercanas que he vuelto a ver después de muchos meses de alejamiento del entorno social, me preguntan sobre que pasaría si Mirtha un día no muy lejano me pide el volver a retomar la relación: "El tiempo pasa", les digo. "Hace más de medio año yo sí estaba muy preocupada porque las cosas llegaran a arreglarse. Actualmente no me interesa que esa situación se presente, y si se presentase difícilmente aceptaría, salvo que ella venga con propuestas sensatas bajo el brazo y/o ella acepte mis condiciones al respecto; las cuales en estos momentos, no son nada santas ni recomendables".
Mientras tanto, como me recalca siempre mi amiga Dx!, yo estoy libre ahora y si algo aparece en el camino soy libre de hacer lo que mejor me parezca. Y por el momento, lo único que me interesa es que algún día Milagros esté libre al fin y así poder retomar aquello que, para mi, quedó inconcluso entre ambas el invierno del 2005.
Etiquetas: La EX
