Mi DIARIO: Los últimos días de escuela (1)
Revisaba entre esos objetos guardados en el cajón de los recuerdos. Entre libros, banderolas, slams y montones de posters de NKOTB; encontré unos cuadernos. Eran aquellos DIARIOS que al re-leerlos después de tantos años, me trajeron viejos recuerdos. Momentos que había vivido, sucesos que había ido olvidando. Un sin fin de situaciones propias de aquellos años de evolución adolescente.
Decidí exponer parte de aquellos escritos. Al menos, aquellos que pueden ayudar a ilustrar mi proceso de identificación sobre lo que sería mi orientación sexual:
Setiembre 1992
Durante las últimas semanas de este mes llegué a sentirme otra persona, pues llegué a sentirme atraida por Magali. Esto me hizo dudar acerca de mi proceder. Pero aún así, podría afirmar que me había enamorado de ella.
¿Cómo sería posible esto? Ni yo lo sé. Creo que fue durante aquel tiempo en que Magali y Carmen tuvieron un pequeño inconveniente y se pelearon. Yo, durante ese tiempo, me sentaba junto a Magali, podía ver y saber todo lo que hacía y pensaba. El tiempo que duré allí fue poco, aunque a mi me pareció que se prolongó más, pues tal fue el trato que tuve con ella, que el día en que ambas (Magali y Carmen) se reconciliaron, me dio algo, una especie de cólera y odio hacia Carmen: Hubiese querido que nunca se reconciliaran.
Después de esto empecé a ver a Magali con distintos ojos: ya no como una simple compañera de aula, ¡no! Ahora la veía como una amiga o más que eso. La veía como mujer. A veces, tenía ganas de tenerla junto a mi, entonces le hacía una serie de indirectas aunque a veces estas no eran con ese fín. Una vez en la clase de Literatura, cuando estudiabamos la obra "Edipo Rey" se me ocurrió hacerle una pequeña broma. Le hice algo así como una declaración de amor. Ella al escuchar lo que dije, cambio de cara y se fue rápido a otro asiento que estaba vacío.
Ver esta reacción me hizo dudar en lo que yo pensaba hacer. Reflexioné un poco; pero, la cosa siguió igual o mejor dicho aumentando cada vez más. Se me ocurrió hacer algo a manera de una broma; era una declaración que me puse a hacerla inspirándome en ella. No sabía como lo iba a hacer ni cuando. Pero, como ví que con las insinuaciones que le hacía Magali reaccionaba violentamente, decidí no realizarla.
Un día que fui a su casa y conversámos sobre varias cosas que queríamos hacer como desquitarnos de alguien o hacer algo loco. Le comenté sobre una broma pesada que le iba a hacer a ella pero que por suerte, no la realicé. Ella insistió tanto para que yo le dijese de que se trataba, así que le conté todo. Al escuchar lo de la declaración, quedó impresionada de tal manera que a partir de allí cambió del todo su trato hacia mi.
Creo que el escuchar eso la dejó muy mal pues creyó que eso era para hacerle algún daño; y esa, no era mi intención. Magali me empezó a interrogar sobre el porque había hecho eso. Yo le decía que sólo era una broma pero ella no lo creía. Llegó a preguntarme, si es que lo que yo le decía en la declaración era cierto. Yo me hacía la desentendida o trataba de desviar ese tema, pero ella me increpaba sobre esto.
Salimos de su casa. Mientras ella me preguntaba sobre eso, íbamos rumbo al paradero en Alf. Ugarte. Llegamos a él y yo me despedí. Magali me dijo que continuariamos con esa conversación al día siguiente.
Bueno, al siguiente día (en el colegio) Magali me llamó y fuimos al 2do. piso del 2do. patio. Allí me pidió que le siguiera contando sobre esto. Mientras caminabamos, una al costado de otra, yo le iba contando lo que faltaba decir. Trataba de acercarme un poco a ella, pero me pedía que me alejara, trataba de abrazarla pero ella me rechazaba. Esto, hizo que me arrepintiera mucho más por haberle contado lo de ese asunto. Así estuvo más o menos 2 semanas, alejándose de mi cuando conversábamos. Y no era para menos, pues con tremendo notición quien no se pondría así.
Por suerte, esto se fue olvidando (eso pensé) y nuestra relación amistosa fue mejorando. Creí que era mejor tenerla como una amiga, ya que como mujer no la tendría nunca, quizás ni en sueños. Pero, de todos modos aún seguía esa atracción que no me dejaba en paz.
Hice el intento de ir al psicólogo para conversar, pero aún no llegaba. A mi, me seguía carcomiendo esa duda.
Durante las últimas semanas de este mes llegué a sentirme otra persona, pues llegué a sentirme atraida por Magali. Esto me hizo dudar acerca de mi proceder. Pero aún así, podría afirmar que me había enamorado de ella.
¿Cómo sería posible esto? Ni yo lo sé. Creo que fue durante aquel tiempo en que Magali y Carmen tuvieron un pequeño inconveniente y se pelearon. Yo, durante ese tiempo, me sentaba junto a Magali, podía ver y saber todo lo que hacía y pensaba. El tiempo que duré allí fue poco, aunque a mi me pareció que se prolongó más, pues tal fue el trato que tuve con ella, que el día en que ambas (Magali y Carmen) se reconciliaron, me dio algo, una especie de cólera y odio hacia Carmen: Hubiese querido que nunca se reconciliaran.
Después de esto empecé a ver a Magali con distintos ojos: ya no como una simple compañera de aula, ¡no! Ahora la veía como una amiga o más que eso. La veía como mujer. A veces, tenía ganas de tenerla junto a mi, entonces le hacía una serie de indirectas aunque a veces estas no eran con ese fín. Una vez en la clase de Literatura, cuando estudiabamos la obra "Edipo Rey" se me ocurrió hacerle una pequeña broma. Le hice algo así como una declaración de amor. Ella al escuchar lo que dije, cambio de cara y se fue rápido a otro asiento que estaba vacío.
Ver esta reacción me hizo dudar en lo que yo pensaba hacer. Reflexioné un poco; pero, la cosa siguió igual o mejor dicho aumentando cada vez más. Se me ocurrió hacer algo a manera de una broma; era una declaración que me puse a hacerla inspirándome en ella. No sabía como lo iba a hacer ni cuando. Pero, como ví que con las insinuaciones que le hacía Magali reaccionaba violentamente, decidí no realizarla.
Un día que fui a su casa y conversámos sobre varias cosas que queríamos hacer como desquitarnos de alguien o hacer algo loco. Le comenté sobre una broma pesada que le iba a hacer a ella pero que por suerte, no la realicé. Ella insistió tanto para que yo le dijese de que se trataba, así que le conté todo. Al escuchar lo de la declaración, quedó impresionada de tal manera que a partir de allí cambió del todo su trato hacia mi.
Creo que el escuchar eso la dejó muy mal pues creyó que eso era para hacerle algún daño; y esa, no era mi intención. Magali me empezó a interrogar sobre el porque había hecho eso. Yo le decía que sólo era una broma pero ella no lo creía. Llegó a preguntarme, si es que lo que yo le decía en la declaración era cierto. Yo me hacía la desentendida o trataba de desviar ese tema, pero ella me increpaba sobre esto.
Salimos de su casa. Mientras ella me preguntaba sobre eso, íbamos rumbo al paradero en Alf. Ugarte. Llegamos a él y yo me despedí. Magali me dijo que continuariamos con esa conversación al día siguiente.
Bueno, al siguiente día (en el colegio) Magali me llamó y fuimos al 2do. piso del 2do. patio. Allí me pidió que le siguiera contando sobre esto. Mientras caminabamos, una al costado de otra, yo le iba contando lo que faltaba decir. Trataba de acercarme un poco a ella, pero me pedía que me alejara, trataba de abrazarla pero ella me rechazaba. Esto, hizo que me arrepintiera mucho más por haberle contado lo de ese asunto. Así estuvo más o menos 2 semanas, alejándose de mi cuando conversábamos. Y no era para menos, pues con tremendo notición quien no se pondría así.
Por suerte, esto se fue olvidando (eso pensé) y nuestra relación amistosa fue mejorando. Creí que era mejor tenerla como una amiga, ya que como mujer no la tendría nunca, quizás ni en sueños. Pero, de todos modos aún seguía esa atracción que no me dejaba en paz.
Hice el intento de ir al psicólogo para conversar, pero aún no llegaba. A mi, me seguía carcomiendo esa duda.
Etiquetas: BAUL