Mi reencuentro con el ambiente (2)
No eran ni siquiera las 7 de la noche y ya la fiesta se había acabado para nosotros. Y como nadie se había puesto de acuerdo en cómo regresar, emprendimos el retorno a la casa de Xavi a pie. Por un momento pensé que tal vez en la otra cuadra subirían a algún taxi o que sé yo pero cuando ví que ya íbamos por la segunda cuadra caminada entendí que el asunto iba en serio. En un inicio no sabía bien que hacer. A pesar de que ya había oscurecido, lo extravagante de los trajes era muy llamativo como para que alguien no se diera cuenta de que un grupo de drags (y sus acompañantes), pasaba por su costado.
Recorrimos todo Camaná, hasta llegar a Emancipación. De ahí doblamos un par de cuadras hasta llegar al lugar de destino. Durante todo el camino la cosa fue tranquila. Pensaba tal vez que habría algún escandalete de tipo ofensivo y/o discriminatorio pero por el contrario al parecer a la gente le simpatízó e hizo gracia lo que veía pasar: 5 Drags ataviadas de pies a cabeza y 6 mortales, ayudando a las Drags a desplazarse.
Ya en casa y luego de pasado un rato y haber procedido a estirar las piernas, los chicos procedieron a cambiarse. Pero alguien notó la ausencia del "monito". ¿En dónde estaría si en el camino él venía con nosotros? Misterio. La gente comenzó a cambiarse. La sala se vió invadida de botas, corsets y tocados. Alguien se dió cuenta que yo aún seguía allí:
Drag 1: Ay chicas, Michi aún está aquí.
Drag 2: No se preocupen, Michi es una de nosotras.
Me hizo gracia la flor, pero aún no sé que habrán querido decir exactamente: Si me consideran como un gay más o si me han visto de candidata a Drag King. ¡Horror!
Bueno, la cosa es que de la era de ropa regada por la sala faltaba salvar un detalle importante: el maquillaje. Tuvieron que turnarse para entrar al baño y lavarse lo mejor posible la cara, sacarse la escarcha que se habían esparcido hasta por el cabello y volver a su estado silvestre. Mientras tanto, yo fastidiaba a Christian que se había echado tanto gel al cabello que parecía un puerco espín. Después de un rato entablé una charla con un amigo que no veía hacía varios años y que casualmente llegó a la casa de Xavi, rato después.
Adentro los demás chicos que no tenían nada que ver con el desorden en la sala prendieron la TV. Se escuchó un comentario acerca de la marcha de esa tarde y Christian y yo corrimos a verlo. El noticiario lo anunciaba entre sus titulares pero todos sabíamos que pondrían el detalle de la noticia al final del noticiero así que salimos a la sala y seguimos conversando. Las Drags ya habían desaparecido pero aún así las locas seguían siendo las mismas. Claro que algunas tristes luego de volver a verse sin el corset y constatar la triste realidad.
Cuando ya hubo terminado el desorden nos juntamos en el cuarto de Xavi para ver la TV. Fue una larga espera hasta poder ver las imágenes que habían captado de la marcha de esa tarde. Como es costumbre de los noticieros, resaltaron más el hecho de lo pintoresco de la marcha con sus diversos personajes en acción. Y bueno pues, peor es nada.
Terminado esto salimos a la sala para esperar la hora de ir a comer. Pues Xavi había dicho que luego de la marcha habría una comilona y desde luego, no me la quería perder. Finalmente luego de haber descansado un buen rato, salimos a buscar comida. La gente estaba antojada por el pollo, pero mientras se decidía qué lugar escoger llegamos hasta el Jr. de la Unión, como quién distrae los ojos y distrae la mente. Ibamos en grupo bajando para la plaza San Martín pero de pronto, cruzaron por los ojos de Hans un par de botas largas, colgadas a lo alto de una tienda que estaba frente a nosotros. Hans no pudo con su genio y junto a su pareja y a Xavi que los acompañaba, entraron al lugar. Los que nos quedamos en nuestro lugar en un principio no sabíamos bien que pasaba, pero cuando vimos a Hans estirar las manos hacia esas botas enormes que colgaban allá a lo lejos, nos dimos cuenta que le había ganado la mariconada.
Pasado este percance nos fuimos al Norky's de la Colmena. Me enteré que ese era el hueco preferido de la gente y que prácticamente ya lo habían tomado como gay friendly. Subimos al 2do piso, juntamos 4 mesas y nos sentamos. Llegó la hora de decidir que pedir pero como no se ponían de acuerdo cada quien pidió algo de su agrado. Habremos estado algo más de media hora en el lugar. Todos hambrientos comían sin parar. Yo no pude evitar esa costumbre de comer despacio cuando tengo gente acompañandome en la mesa y fue que Hans se dió cuenta y me vaciló al respecto:
Hans: Miren a estas bagres como comen. Deberían aprender a Michi que come despacio y sin atragantarse.
Luego de la comilona regresamos a la casa de Xavier. En el camino, veían la posibilidad de irse al Laberynto para terminar la noche. Habrá tenido algo el pollito que todos se habían empilado. Aunque Luisito, que estaba recontra cansado ya no quería dar ni un paso más. Transcurrían los minutos y los demás chicos hicieron lo posible para animarlo. Durante ese transcurso, apareció Peter y casi como quién no quiere la cosa, se animó a probarse el traje de Drag que Luisito había usado. Le quedó como anillo al dedo. Y en vista que Luisito ya tenía reemplazo los otros chicos apresurados vistieron sus trajes de Drags para salir, esta vez, a la discoteca y no pagar entrada.
Yo los dejé ahí, mientras el grupo que vestía traje de Drag subía al taxi y los demás iban a la disco a pie. Me hubiera gustado ir con ellos, pero ni modo. Para otra vez será.
Recorrimos todo Camaná, hasta llegar a Emancipación. De ahí doblamos un par de cuadras hasta llegar al lugar de destino. Durante todo el camino la cosa fue tranquila. Pensaba tal vez que habría algún escandalete de tipo ofensivo y/o discriminatorio pero por el contrario al parecer a la gente le simpatízó e hizo gracia lo que veía pasar: 5 Drags ataviadas de pies a cabeza y 6 mortales, ayudando a las Drags a desplazarse.
Ya en casa y luego de pasado un rato y haber procedido a estirar las piernas, los chicos procedieron a cambiarse. Pero alguien notó la ausencia del "monito". ¿En dónde estaría si en el camino él venía con nosotros? Misterio. La gente comenzó a cambiarse. La sala se vió invadida de botas, corsets y tocados. Alguien se dió cuenta que yo aún seguía allí:
Drag 1: Ay chicas, Michi aún está aquí.
Drag 2: No se preocupen, Michi es una de nosotras.
Me hizo gracia la flor, pero aún no sé que habrán querido decir exactamente: Si me consideran como un gay más o si me han visto de candidata a Drag King. ¡Horror!
Bueno, la cosa es que de la era de ropa regada por la sala faltaba salvar un detalle importante: el maquillaje. Tuvieron que turnarse para entrar al baño y lavarse lo mejor posible la cara, sacarse la escarcha que se habían esparcido hasta por el cabello y volver a su estado silvestre. Mientras tanto, yo fastidiaba a Christian que se había echado tanto gel al cabello que parecía un puerco espín. Después de un rato entablé una charla con un amigo que no veía hacía varios años y que casualmente llegó a la casa de Xavi, rato después.
Adentro los demás chicos que no tenían nada que ver con el desorden en la sala prendieron la TV. Se escuchó un comentario acerca de la marcha de esa tarde y Christian y yo corrimos a verlo. El noticiario lo anunciaba entre sus titulares pero todos sabíamos que pondrían el detalle de la noticia al final del noticiero así que salimos a la sala y seguimos conversando. Las Drags ya habían desaparecido pero aún así las locas seguían siendo las mismas. Claro que algunas tristes luego de volver a verse sin el corset y constatar la triste realidad.
Cuando ya hubo terminado el desorden nos juntamos en el cuarto de Xavi para ver la TV. Fue una larga espera hasta poder ver las imágenes que habían captado de la marcha de esa tarde. Como es costumbre de los noticieros, resaltaron más el hecho de lo pintoresco de la marcha con sus diversos personajes en acción. Y bueno pues, peor es nada.
Terminado esto salimos a la sala para esperar la hora de ir a comer. Pues Xavi había dicho que luego de la marcha habría una comilona y desde luego, no me la quería perder. Finalmente luego de haber descansado un buen rato, salimos a buscar comida. La gente estaba antojada por el pollo, pero mientras se decidía qué lugar escoger llegamos hasta el Jr. de la Unión, como quién distrae los ojos y distrae la mente. Ibamos en grupo bajando para la plaza San Martín pero de pronto, cruzaron por los ojos de Hans un par de botas largas, colgadas a lo alto de una tienda que estaba frente a nosotros. Hans no pudo con su genio y junto a su pareja y a Xavi que los acompañaba, entraron al lugar. Los que nos quedamos en nuestro lugar en un principio no sabíamos bien que pasaba, pero cuando vimos a Hans estirar las manos hacia esas botas enormes que colgaban allá a lo lejos, nos dimos cuenta que le había ganado la mariconada.
Pasado este percance nos fuimos al Norky's de la Colmena. Me enteré que ese era el hueco preferido de la gente y que prácticamente ya lo habían tomado como gay friendly. Subimos al 2do piso, juntamos 4 mesas y nos sentamos. Llegó la hora de decidir que pedir pero como no se ponían de acuerdo cada quien pidió algo de su agrado. Habremos estado algo más de media hora en el lugar. Todos hambrientos comían sin parar. Yo no pude evitar esa costumbre de comer despacio cuando tengo gente acompañandome en la mesa y fue que Hans se dió cuenta y me vaciló al respecto:
Hans: Miren a estas bagres como comen. Deberían aprender a Michi que come despacio y sin atragantarse.
Luego de la comilona regresamos a la casa de Xavier. En el camino, veían la posibilidad de irse al Laberynto para terminar la noche. Habrá tenido algo el pollito que todos se habían empilado. Aunque Luisito, que estaba recontra cansado ya no quería dar ni un paso más. Transcurrían los minutos y los demás chicos hicieron lo posible para animarlo. Durante ese transcurso, apareció Peter y casi como quién no quiere la cosa, se animó a probarse el traje de Drag que Luisito había usado. Le quedó como anillo al dedo. Y en vista que Luisito ya tenía reemplazo los otros chicos apresurados vistieron sus trajes de Drags para salir, esta vez, a la discoteca y no pagar entrada.
Yo los dejé ahí, mientras el grupo que vestía traje de Drag subía al taxi y los demás iban a la disco a pie. Me hubiera gustado ir con ellos, pero ni modo. Para otra vez será.
Etiquetas: LIVING - Mi ViDa LOCA
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