La Fiesta del Zodiaco
Había pasado más de un mes desde la última vez que había bajado a la casa de Javier. Justo por esos días pensaba en darme una vuelta por ahi el sábado de esa semana. Como llamado con el pensamiento, Javier se conectaba al MSN y me confirmaba que ese sábado venidero tendrían una reunión y que esperaba mi presencia ese día.
Llegó el sábado y para ese entonces yo estaba cansada. Pues el trajín del día a día del ir y venir del trabajo a la casa, al IST, y etcétera, extenúa a cualquiera; y yo no era la excepción. Salí de la oficina y me fui a entregar un delivery que hizo feliz a la persona que lo recibió. Luego de tomar aliento y descansar un rato, me fui a la casa para avanzar con algo de mis labores propias del domingo. Es que ese sábado quería "como sea" terminar la noche tomandome unas rubias en alguna parte.
Aparecí por la casa de Javier media hora después de las nueve. Estaba la mayoría de la gentita conocida del grupo y un par más que nunca había visto. Eran varios y como muy pocas veces habían llegado temprano. Esto me dió a entender que la reunión ya estaba por comenzar. Me senté por una esquina de la sala, entablé una charla con una pareja de amigos que no veía hacía mucho tiempo, observaba a mi alrededor y fue que noté en la pizarra el asunto de la reunión: "La Fiesta del Zodiaco".
Por ahí escuché que Ramiro estaría a cargo de la reunión. Luego me enteré que Javier había salido y que esperaban su pronto retorno. No pasó mucho tiempo y la reunión se dió por iniciada.
Para dar curso al asunto nos dividimos en dos grupos. Era una suerte de competencia sobre tópicos diversos. Preguntas curiosas y tareas por cumplir eran el objetivo principal de la rutina. Todo estuvo muy entretenido. Rápidamente pasó la hora entre risas y juegos hasta que se terminó la competencia. Vino el sorteo de obsequios y para mi suerte, obtuvé el último de los presentes que quedaban. Nos sentamos a descansar un rato y luego comenzamos con una comilona de canchita, gaseosa y torta. La escena me resultó graciosa. Verlos a todos comiendo canchita sólo faltaban los gorritos y la serpentina para completar la fiestecita. Y es que al final eso era: La fiesta por los cumpleaños del mes.
El gran ausente de la Noche: Javier. Nunca apareció (al menos hasta la hora que yo me quedé en su casa). Y ante su NO aparición no me quedó otra que decirle a Armando, quién era la única persona conocida y que tenía que tomar esa ruta necesariamente, que me acompañase al Twin.
Para mi suerte no puso objeción y fue así que pasada la medianoche hacíamos nuestra entrada al Bar. Me imaginaba un lugar congestionado de gente, tal cual los relatos de la gentita que frecuenta dicho lugar los días sábados. Pero para mi extrañeza, el lugar lucía vacío. Por una parte fue mejor puesto que pudimos escoger una ubicación cómoda para la vista. Y así, pasamos un agradable momento, conversando de todo un poco, conociéndonos un poco más. Terminamos la jarrita y nos fuimos al paradero. Yo me iba para el norte y él hacia el sur. No demoró mucho tiempo en aparecer una couster que me llevaba por la ruta y me despedí.
Llegó el sábado y para ese entonces yo estaba cansada. Pues el trajín del día a día del ir y venir del trabajo a la casa, al IST, y etcétera, extenúa a cualquiera; y yo no era la excepción. Salí de la oficina y me fui a entregar un delivery que hizo feliz a la persona que lo recibió. Luego de tomar aliento y descansar un rato, me fui a la casa para avanzar con algo de mis labores propias del domingo. Es que ese sábado quería "como sea" terminar la noche tomandome unas rubias en alguna parte.
Aparecí por la casa de Javier media hora después de las nueve. Estaba la mayoría de la gentita conocida del grupo y un par más que nunca había visto. Eran varios y como muy pocas veces habían llegado temprano. Esto me dió a entender que la reunión ya estaba por comenzar. Me senté por una esquina de la sala, entablé una charla con una pareja de amigos que no veía hacía mucho tiempo, observaba a mi alrededor y fue que noté en la pizarra el asunto de la reunión: "La Fiesta del Zodiaco".
Por ahí escuché que Ramiro estaría a cargo de la reunión. Luego me enteré que Javier había salido y que esperaban su pronto retorno. No pasó mucho tiempo y la reunión se dió por iniciada.
Para dar curso al asunto nos dividimos en dos grupos. Era una suerte de competencia sobre tópicos diversos. Preguntas curiosas y tareas por cumplir eran el objetivo principal de la rutina. Todo estuvo muy entretenido. Rápidamente pasó la hora entre risas y juegos hasta que se terminó la competencia. Vino el sorteo de obsequios y para mi suerte, obtuvé el último de los presentes que quedaban. Nos sentamos a descansar un rato y luego comenzamos con una comilona de canchita, gaseosa y torta. La escena me resultó graciosa. Verlos a todos comiendo canchita sólo faltaban los gorritos y la serpentina para completar la fiestecita. Y es que al final eso era: La fiesta por los cumpleaños del mes.
El gran ausente de la Noche: Javier. Nunca apareció (al menos hasta la hora que yo me quedé en su casa). Y ante su NO aparición no me quedó otra que decirle a Armando, quién era la única persona conocida y que tenía que tomar esa ruta necesariamente, que me acompañase al Twin.
Para mi suerte no puso objeción y fue así que pasada la medianoche hacíamos nuestra entrada al Bar. Me imaginaba un lugar congestionado de gente, tal cual los relatos de la gentita que frecuenta dicho lugar los días sábados. Pero para mi extrañeza, el lugar lucía vacío. Por una parte fue mejor puesto que pudimos escoger una ubicación cómoda para la vista. Y así, pasamos un agradable momento, conversando de todo un poco, conociéndonos un poco más. Terminamos la jarrita y nos fuimos al paradero. Yo me iba para el norte y él hacia el sur. No demoró mucho tiempo en aparecer una couster que me llevaba por la ruta y me despedí.
Áquella noche me dí el gusto de entretenerme, pues buena falta me hacía.
Etiquetas: AyR - AMISTAD y RESPETO