Noche de Solteras (2): La tentación de la carne
Se presentó la oportunidad y dos semanas después volvímos a salir. Esta vez sólo nosotras dos pues Yoko, llamó para decir que no iría con nosotras ya que estaba cansada. El point de encuentro estaba cercano a Risso. Queríamos llevar una botellita de "Punto G" camuflada en mi maletin, pero buscamos y buscamos y nadie tenía la dichosa bebida. Pasaban los minutos y con ganas de gozar la noche, nos fuimos embaladas hacia el Twin.
Era miércoles y justo ese día, proyectaban la 2da. temporada de "The L Word". Encontré allí, nuevamente, a ésta amiga "amante de la poesía" muy bien acompañada por una amiga también conocida en ese point. Luego de saludarnos e intercambiar palabras, mi amiga Choborra y yo nos fuimos hacia el otro lado de la barra. Choborra se animó a hacerle la conversa a César, el chico que allí trabaja. Pedimos nuestra jarrita de chela y Choborra sacó de su bolsillo una bolsa de "Tortees" mientras yo, sacaba de mi maletin una bolsa de "Lay's". Estábamos con hambre: "Normal flaca", le dije. "Total, ¿quién va a decir algo?".
Dimos rienda suelta a nuestro apetito y mientras devorábamos los snacks, César le contaba a Choborra acerca de esa serie "LES" que tanta curiosidad le provocó. Comenzó la serie y al parecer a la gente de la barra no le llamó la atención. Nos fuimos a sentar a los sillones y luego de verla un rato, Choborra también le perdió atención: "Oye, no tiene nada de acción esa peli. ¡Qué monse!".
Comenzamos a rajar; de la gente, del local, de todo:
Choborra : Oye Gata, ¿y esa flaca?
Michi : Pos no sé.
Choborra : ¿Esperará a alguien?
Michi : Quién sabe...
De una chica que estaba sentada por ahí, sola. Que veía la serie y cuando ésta terminó, desapareció:
Michi : ¿Y la flaca?
Choborra : No la veo por ningún lado. Creo que se quitó.
Michi : Debe ser pues tampoco la veo.
Seguimos ahí, cheleando y comiendo sin parar. Cuando nos dimos cuenta, se nos habían acabado los snacks y a poco rato también, la chela. Pedimos otra pero antes, Choborra salió a dizque llamar a una FAN que se había conseguido por esos días:
Choborra : Oye Gata, ahí por la puerta se ha formado una manchita, mira.
Michi : Si, ha venido más gente de la que vimos la otra vez. Tal vez sea porque mañana es feriado.
Choborra : Si, ya veo. Oye, en ese grupo hay una flaca que está en algo. Mira a la de pantalon negro y polito, ésa que está junto a su marido.
Michi : Ah, esa flaca. Pues no creo que sea su nada pues la vi llegar sola.
Choborra : Ah si? Pues ojalá porque está simpática la flaca.
Seguimos con la chelística y ya nos estabamos zampando.
Choborra se empiló, quería bailar:
Choborra: Oye Gata, anda pues, pidete música más movida.
Michi: ¿Yo?
Choborra: Claro pues, a ti te conocen.
Michi: Anda tu, a ti también te hacen caso.
Ni corta ni perezosa. Vi cómo Choborra se levantaba e iba hacia la barra. Me ganó. No pude decirle que lo hiciera pasado un rato. En eso escucho una voz, era la dueña del Twin que mirándome con una sonrisa me decía: "Michi, ¿quieres bailar?"
Diablos. La condenada de Choborra le había dicho que yo quería bailar y que quería otra musiquita para tal fin. Pasó un rato y como no ponían la musiquita que quería, Choborra se acercó a César a pedirle lo mismo. Rato después, mientras charlábamos sentaditas y hacíamos un brindis por la ocasión, sonó una canción:
Choborra : Ay Gata, esa canción me gusta. Ven, bailemos.
Michi : Aqui no hay mucho espacio flaca.
Choborra : No importa, empujamos esta mesita más allá.
Empujó la mesa más allá e hizo que me levante. Era una salsita de Marc Anthony. A mi también me gustaba así que bailamos. Al principio me fue difícil seguirle el ritmo pues hacía tiempo que yo había dejado de mover los huesos a ese ritmo. Cuando le agarré la hilación, ví como diestramente, Choborra me llevaba al ritmo de aquella música.
Como llegó un momento en que me llevaba y traía de un lado hacia otro, fue inevitable que me ganara con sus movimientos tan provocadores y comenzara a "alucinar" cosas:
Michi: Asu, hoy si q estás con el swing a flor de piel.
Choborra: Quiero divertirme, quiero bailar.
Michi: Es que aquí la gente viene a chelear y conversar.
Choborra: ¿Qué cosa? Ya verás como tú y yo ambientamos este lugar y luego la gente nos seguirá.
Michi: Si, claro. Pero cuando estén zampadas pues. Sino, ¿cómo crees que estamos bailando ahora?
Terminó la canción y nos sentamos. Yo ya me había ganado con ese par de amigas que voltearon a observarnos mientras bailábamos. Total, estábamos a un paso de la barra y era inevitable que se ganaran con todo el show:
Choborra: Oye Gata, la flaquita de negro... ¿La has visto? ¿Se habrá ido ya?
Michi: No creo. Si ella ha venido con esa mancha, capaz que ha salido un rato o está en el baño.
Seguimos rajando. Luego de un rato de seguir con la chelística, Choborra se ganó con el retorno de la flaca de negro:
Choborra: Mira, ahi está. Ahora está parada más allá. Está que mira hacia acá.
Michi: Ajá. Mira tu pues. Te está tirando lente.
Choborra: Uy si, ya me está dando cosa. ¿Tu crees que esté solterita y ese que está ahí no sea su marido?
Michi: Pues como saber. Si anda ojeando por acá es que algo anda buscando ¿no?
Choborra: Claro, si puede ser. Si ese fuera su marido no creo que la dejaría ojear hacia otro lugar.
Choborra quería volver a bailar. Yo no. Para animarme y como jugando, se paró al frente mío y comenzó a bailar. Luego, vi como se iba acercando. Otra vez, comenzó a bailarme sólo que está vez si se sentó sobre mis piernas y de rodillas y al ritmo de la canción, contorneaba sus caderas asi como sus manos se apoyaban del sofá haciendo que yo quedará con plena vista de sus senos. Un panorama realmente tentador.
Vino la musiquita otra vez. Un merenguito para bajar la chela a ritmo de baile. Ahora si me provocaba bailar y pues esta vez si que sudé la gota gorda. Choborra en su salsa, me hacía seguirle el ritmo. Vuelta pa' alla vuelta pa' aca, tanta vuelta que ya me estaba ganando con esa cinturita y con su blusita que dejaba al descubierto parte de ese cuellito que de un momento a otro, me provocó morder.
La tomé por sorpresa, mientras dábamos vueltas. No dijo nada, sólo sonrió pícaramente lo cual permitió que me desenvolviera a mi gusto con ese cuerito que tenía en frente. Pero claro, siempre cuidándome de que ese grupete que estaba en la barra no se ganara con el pase. Y sobre todo, que los OjOs sapasos (que andaban mirando a lo lejos) no tuvieran argumento para dar pie a rajar a mis espaldas. Le pasé el dato a Choborra: "Normal", me dijo.
Cambió la canción, seguimos bailando y fue cuando vi q ese par de OjOs sapasos sacaba a bailar a alguien. No me quedó más que reirme. ¿Era acaso la competencia o qué? Bueno, yo seguí con mi nota y en otra vueltita, solapamente, pasé mi lengüita por el cuello de mi pareja de baile:
Choborra: (Sonriendo) Oye gata, te pasas.
Michi: Estás que me provocas mami. ¿Aquí nomás no puede ser?
Choborra: jajajaja
Michi: Estamos solas. ¿Por qué no?
Choborra: Ay papi, estás que me quieres comer.
Michi: Uff. Ya me empilé hace rato.
Nos cansamos. Yo me fui a sentar y Choborra se fue al baño. La vi alejarse hasta que mis ojos se chocaron, nuevamente, con el par de OjOs sapasos. ¿Andaría acaso buscando ver la cochinadita detrás de nuestras acciones? Volvió Choborra, ésta vez, con otra historia entre manos:
Choborra: Oye Gata, sabes, saliendo del baño me choqué con una chica que está simpática. Acaba de entrar al baño. Cuando salga te digo pa que le eches un vistazo.
Choborra: (Rato después) Mira, ahi viene.
Michi: Si, está en algo, flaquita, blanquita, rulitos. Humm.
Choborra: Si está en algo. Pero más me gusta la del pantalón negro. ¿Dónde estará que hace rato que no la veo?
Michi: Yo tampoco no la veo.
Choborra: Ah, ya vi. Está ahí sentada casi en la esquina. Mira, ahí está, casi no se le ve.
Michi: Donde, donde.
Choborra: Ahi, ahi. Ta' que esos machos la han arrinconado.
Michi: Ah, ya la vi. Pucha, que esos tan peor que guardaespaldas oe!
Choborra: Si oye, porque serán así. Viene una lady y los machos la andan cuidando carajo.
Michi: Una vaina pues. Ni acercarse puede una, capaz que nos linchan si lo hacemos.
Ahora era yo quien se iba al baño. A mi regreso, Choborra toda alborotada me cuenta:
Choborra: Oye Gata, cuando te fuiste al baño la flaca de negro pasó y se fue para allá. Te estaba tocando la puerta y cuando tu saliste ya se había metido al otro baño.
Michi: Ah, era ella. Si escuché que alguien llamaba a la puerta.
Choborra: Pucha Gata, la que te perdiste.
Michi: Si no? La hubiera lenteado mejor.
Choborra: Mira, ahi viene. Hace rato cuando pasó por acá me mandó unas miraditas. Oye Gata, dime si está mirando hacia acá.
Michi: Si está mirando hacia acá. Ahorita que pasó, volteó y me miró. Como no le diste bola que le quedó pues.
Choborra: jajajaja. Si pues, me da roche, no sé.
Nos levantamos a bailar, pero esta vez para sapear el ambiente que ya se estaba tornando movido. Dos parejas más se unieron al dancing. Choborra chequeaba a la flaca del pantalón negro. Yo chequeaba a una pareja que desde que llegamos, no se habían movido del sillón en el que estaban sentadas, casi a nuestro costado.Ahora si pasábamos desapercibidas. Choborra y esas curvitas tentadoras definitivamente eran la sensación de la noche para éstos ojitos fogosos. Andábamos jugando a la caperucita y al lobo, creo que desde el inicio.
Pasado un rato más terminabamos con nuestra segunda jarra de cerveza y con ésto, había llegado el momento de retirarnos del lugar. Habían pasado casi tres horas y Choborra tenía que irse a casa a pesar de seguir empiladasa. Yo también empiladasa y con ganas de desfogar en otro hueco, no me quedó otra que resignarme también a irme a casa. Fuimos hacia la barra. Nos despedimos de ése par de amigas, de la dueña del Twin y de César. Caminamos hacia la avenida y tomamos el mismo carro. Choborra se bajó en el camino. Nos despedimos sabiendo que la habíamos pasado re-bien. Tanto como la vez anterior.
Era miércoles y justo ese día, proyectaban la 2da. temporada de "The L Word". Encontré allí, nuevamente, a ésta amiga "amante de la poesía" muy bien acompañada por una amiga también conocida en ese point. Luego de saludarnos e intercambiar palabras, mi amiga Choborra y yo nos fuimos hacia el otro lado de la barra. Choborra se animó a hacerle la conversa a César, el chico que allí trabaja. Pedimos nuestra jarrita de chela y Choborra sacó de su bolsillo una bolsa de "Tortees" mientras yo, sacaba de mi maletin una bolsa de "Lay's". Estábamos con hambre: "Normal flaca", le dije. "Total, ¿quién va a decir algo?".
Dimos rienda suelta a nuestro apetito y mientras devorábamos los snacks, César le contaba a Choborra acerca de esa serie "LES" que tanta curiosidad le provocó. Comenzó la serie y al parecer a la gente de la barra no le llamó la atención. Nos fuimos a sentar a los sillones y luego de verla un rato, Choborra también le perdió atención: "Oye, no tiene nada de acción esa peli. ¡Qué monse!".
Comenzamos a rajar; de la gente, del local, de todo:
Choborra : Oye Gata, ¿y esa flaca?
Michi : Pos no sé.
Choborra : ¿Esperará a alguien?
Michi : Quién sabe...
De una chica que estaba sentada por ahí, sola. Que veía la serie y cuando ésta terminó, desapareció:
Michi : ¿Y la flaca?
Choborra : No la veo por ningún lado. Creo que se quitó.
Michi : Debe ser pues tampoco la veo.
Seguimos ahí, cheleando y comiendo sin parar. Cuando nos dimos cuenta, se nos habían acabado los snacks y a poco rato también, la chela. Pedimos otra pero antes, Choborra salió a dizque llamar a una FAN que se había conseguido por esos días:
Choborra : Oye Gata, ahí por la puerta se ha formado una manchita, mira.
Michi : Si, ha venido más gente de la que vimos la otra vez. Tal vez sea porque mañana es feriado.
Choborra : Si, ya veo. Oye, en ese grupo hay una flaca que está en algo. Mira a la de pantalon negro y polito, ésa que está junto a su marido.
Michi : Ah, esa flaca. Pues no creo que sea su nada pues la vi llegar sola.
Choborra : Ah si? Pues ojalá porque está simpática la flaca.
Seguimos con la chelística y ya nos estabamos zampando.
Choborra se empiló, quería bailar:
Choborra: Oye Gata, anda pues, pidete música más movida.
Michi: ¿Yo?
Choborra: Claro pues, a ti te conocen.
Michi: Anda tu, a ti también te hacen caso.
Ni corta ni perezosa. Vi cómo Choborra se levantaba e iba hacia la barra. Me ganó. No pude decirle que lo hiciera pasado un rato. En eso escucho una voz, era la dueña del Twin que mirándome con una sonrisa me decía: "Michi, ¿quieres bailar?"
Diablos. La condenada de Choborra le había dicho que yo quería bailar y que quería otra musiquita para tal fin. Pasó un rato y como no ponían la musiquita que quería, Choborra se acercó a César a pedirle lo mismo. Rato después, mientras charlábamos sentaditas y hacíamos un brindis por la ocasión, sonó una canción:
Choborra : Ay Gata, esa canción me gusta. Ven, bailemos.
Michi : Aqui no hay mucho espacio flaca.
Choborra : No importa, empujamos esta mesita más allá.
Empujó la mesa más allá e hizo que me levante. Era una salsita de Marc Anthony. A mi también me gustaba así que bailamos. Al principio me fue difícil seguirle el ritmo pues hacía tiempo que yo había dejado de mover los huesos a ese ritmo. Cuando le agarré la hilación, ví como diestramente, Choborra me llevaba al ritmo de aquella música.
Como llegó un momento en que me llevaba y traía de un lado hacia otro, fue inevitable que me ganara con sus movimientos tan provocadores y comenzara a "alucinar" cosas:
Michi: Asu, hoy si q estás con el swing a flor de piel.
Choborra: Quiero divertirme, quiero bailar.
Michi: Es que aquí la gente viene a chelear y conversar.
Choborra: ¿Qué cosa? Ya verás como tú y yo ambientamos este lugar y luego la gente nos seguirá.
Michi: Si, claro. Pero cuando estén zampadas pues. Sino, ¿cómo crees que estamos bailando ahora?
Terminó la canción y nos sentamos. Yo ya me había ganado con ese par de amigas que voltearon a observarnos mientras bailábamos. Total, estábamos a un paso de la barra y era inevitable que se ganaran con todo el show:
Choborra: Oye Gata, la flaquita de negro... ¿La has visto? ¿Se habrá ido ya?
Michi: No creo. Si ella ha venido con esa mancha, capaz que ha salido un rato o está en el baño.
Seguimos rajando. Luego de un rato de seguir con la chelística, Choborra se ganó con el retorno de la flaca de negro:
Choborra: Mira, ahi está. Ahora está parada más allá. Está que mira hacia acá.
Michi: Ajá. Mira tu pues. Te está tirando lente.
Choborra: Uy si, ya me está dando cosa. ¿Tu crees que esté solterita y ese que está ahí no sea su marido?
Michi: Pues como saber. Si anda ojeando por acá es que algo anda buscando ¿no?
Choborra: Claro, si puede ser. Si ese fuera su marido no creo que la dejaría ojear hacia otro lugar.
Choborra quería volver a bailar. Yo no. Para animarme y como jugando, se paró al frente mío y comenzó a bailar. Luego, vi como se iba acercando. Otra vez, comenzó a bailarme sólo que está vez si se sentó sobre mis piernas y de rodillas y al ritmo de la canción, contorneaba sus caderas asi como sus manos se apoyaban del sofá haciendo que yo quedará con plena vista de sus senos. Un panorama realmente tentador.
Vino la musiquita otra vez. Un merenguito para bajar la chela a ritmo de baile. Ahora si me provocaba bailar y pues esta vez si que sudé la gota gorda. Choborra en su salsa, me hacía seguirle el ritmo. Vuelta pa' alla vuelta pa' aca, tanta vuelta que ya me estaba ganando con esa cinturita y con su blusita que dejaba al descubierto parte de ese cuellito que de un momento a otro, me provocó morder.
La tomé por sorpresa, mientras dábamos vueltas. No dijo nada, sólo sonrió pícaramente lo cual permitió que me desenvolviera a mi gusto con ese cuerito que tenía en frente. Pero claro, siempre cuidándome de que ese grupete que estaba en la barra no se ganara con el pase. Y sobre todo, que los OjOs sapasos (que andaban mirando a lo lejos) no tuvieran argumento para dar pie a rajar a mis espaldas. Le pasé el dato a Choborra: "Normal", me dijo.
Cambió la canción, seguimos bailando y fue cuando vi q ese par de OjOs sapasos sacaba a bailar a alguien. No me quedó más que reirme. ¿Era acaso la competencia o qué? Bueno, yo seguí con mi nota y en otra vueltita, solapamente, pasé mi lengüita por el cuello de mi pareja de baile:
Choborra: (Sonriendo) Oye gata, te pasas.
Michi: Estás que me provocas mami. ¿Aquí nomás no puede ser?
Choborra: jajajaja
Michi: Estamos solas. ¿Por qué no?
Choborra: Ay papi, estás que me quieres comer.
Michi: Uff. Ya me empilé hace rato.
Nos cansamos. Yo me fui a sentar y Choborra se fue al baño. La vi alejarse hasta que mis ojos se chocaron, nuevamente, con el par de OjOs sapasos. ¿Andaría acaso buscando ver la cochinadita detrás de nuestras acciones? Volvió Choborra, ésta vez, con otra historia entre manos:
Choborra: Oye Gata, sabes, saliendo del baño me choqué con una chica que está simpática. Acaba de entrar al baño. Cuando salga te digo pa que le eches un vistazo.
Choborra: (Rato después) Mira, ahi viene.
Michi: Si, está en algo, flaquita, blanquita, rulitos. Humm.
Choborra: Si está en algo. Pero más me gusta la del pantalón negro. ¿Dónde estará que hace rato que no la veo?
Michi: Yo tampoco no la veo.
Choborra: Ah, ya vi. Está ahí sentada casi en la esquina. Mira, ahí está, casi no se le ve.
Michi: Donde, donde.
Choborra: Ahi, ahi. Ta' que esos machos la han arrinconado.
Michi: Ah, ya la vi. Pucha, que esos tan peor que guardaespaldas oe!
Choborra: Si oye, porque serán así. Viene una lady y los machos la andan cuidando carajo.
Michi: Una vaina pues. Ni acercarse puede una, capaz que nos linchan si lo hacemos.
Ahora era yo quien se iba al baño. A mi regreso, Choborra toda alborotada me cuenta:
Choborra: Oye Gata, cuando te fuiste al baño la flaca de negro pasó y se fue para allá. Te estaba tocando la puerta y cuando tu saliste ya se había metido al otro baño.
Michi: Ah, era ella. Si escuché que alguien llamaba a la puerta.
Choborra: Pucha Gata, la que te perdiste.
Michi: Si no? La hubiera lenteado mejor.
Choborra: Mira, ahi viene. Hace rato cuando pasó por acá me mandó unas miraditas. Oye Gata, dime si está mirando hacia acá.
Michi: Si está mirando hacia acá. Ahorita que pasó, volteó y me miró. Como no le diste bola que le quedó pues.
Choborra: jajajaja. Si pues, me da roche, no sé.
Nos levantamos a bailar, pero esta vez para sapear el ambiente que ya se estaba tornando movido. Dos parejas más se unieron al dancing. Choborra chequeaba a la flaca del pantalón negro. Yo chequeaba a una pareja que desde que llegamos, no se habían movido del sillón en el que estaban sentadas, casi a nuestro costado.Ahora si pasábamos desapercibidas. Choborra y esas curvitas tentadoras definitivamente eran la sensación de la noche para éstos ojitos fogosos. Andábamos jugando a la caperucita y al lobo, creo que desde el inicio.
Pasado un rato más terminabamos con nuestra segunda jarra de cerveza y con ésto, había llegado el momento de retirarnos del lugar. Habían pasado casi tres horas y Choborra tenía que irse a casa a pesar de seguir empiladasa. Yo también empiladasa y con ganas de desfogar en otro hueco, no me quedó otra que resignarme también a irme a casa. Fuimos hacia la barra. Nos despedimos de ése par de amigas, de la dueña del Twin y de César. Caminamos hacia la avenida y tomamos el mismo carro. Choborra se bajó en el camino. Nos despedimos sabiendo que la habíamos pasado re-bien. Tanto como la vez anterior.
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